Antes y después: cómo reformar un piso con poco presupuesto

Antes y después: cómo reformar un piso con poco presupuesto

El estudio Elebé Arquitectura reforma un piso en Madrid de 90 metros cuadrados y consigue un nuevo hogar en una vivienda que llevaba más de 30 años sin utilizarse. La recuperación de elementos antiguos como el suelo, las molduras, las puertas o los radiadores han sido claves para conservar la personalidad de sus espacios.​

Reformar un piso disponiendo de poco presupuesto no tiene por qué suponer una utopía inalcanzable. Así lo demuestran desde el estudio Elebé Arquitectura, quienes han conseguido darle una nueva vida a una vivienda que llevaba más de 30 años sin estar habitada.

El piso en cuestión, de 90 metros cuadrados y situado en la madrileña calle de López de Hoyos, presentaba tal deterioro antes de la reforma que se hacía imposible habitarlo. A esto hay que añadir un presupuesto muy ajustado, puesto que el propietario no podía permitirse hacer un gran desembolso de dinero.

Para darle una segunda vida a esta vivienda desde Elebé Arquitectura han optado por recuperar los elementos antiguos que estaban en buen estado e invertir solo en aquellas cosas que fuesen imprescindibles.

En palabras de Lucía Bravo, su directora: “Desde el principio tuvimos claro que merecía la pena recuperar ciertos elementos que daban carácter a los espacios. Entre ellos destacaría sobre todo el suelo de madera, que es el original de la vivienda. Lo que hemos hecho ha sido acuchillarlo, sustituir las piezas que estaban rotas por otras similares y barnizar de nuevo. Ahora parece como nuevo”.

También se han restaurado los antiguos radiadores de hierro fundido, se han rehecho las molduras del techo y se han recuperado las puertas de madera que forman el vestíbulo de la entrada.

“En la actualidad la mayoría de las casas cuentan con puertas lacadas en blanco, así que nos pareció buena idea conservar las antiguas puertas de madera que le dan más carácter a los espacios. Eso sí, para que el interior de la vivienda no resultase demasiado oscuro pintamos las paredes y el techo en distintos tonos de blanco”.

El resultado es una vivienda con personalidad, en la que se integran a la perfección elementos antiguos con las comodidades de una casa moderna.

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