Árnica: beneficios y uso cosmético corporal de una planta milenaria

Árnica: beneficios y uso cosmético corporal de una planta milenaria


Desde la antigüedad, la árnica viene utilizándose para tratar tanto problemas musculares como de articulaciones, gracias a su gran poder sedante, relajante y antiinflamatorio. Hablamos de una planta originaria de Europa Central que se recomienda en su uso tópico, por ejemplo en un aceite corporal, pero nunca vía oral por los problemas que podría causar, como mareos, vómitos y dolores de cabeza. La naturópata Mayte Guijarro, así como Filip Van, cofundador de la firma cosmética natural Di Oleo, nos hablan de sus propiedades y uso cosmético.

De color amarillo anaranjado, la árnica tiene propiedades sedantes y relajantes, aportando una sensación analgésica: Es una planta ideal para disminuir la inflamación y las pequeñas molestias por golpes, torceduras, contracturas musculares, chichones o problemas de artritis y reumatismo, y especialmente a nivel circulatorio, disminuyendo la formación de hematomas.

También es una solución natural para prevenir las agujetas y preparar nuestros músculos antes y después del entrenamiento” – nos cuenta la naturópata Mayte Guijarro, que la recomienda especialmente una vez terminada la actividad física y tras una ducha refrescante, en un suave masaje ascendente que relaje todos los músculos.

Y es que uno de sus usos más comunes se da para masajes en formato aceite corporal: “Esto es por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias que estimulan además toda la circulación de la sangre por el cuerpo. Nosotros mezclamos la árnica con aceites de oliva virgen extra y de zanahoria en nuestro aceite corporal para combatir el cansancio de los músculos y calentar/estimular su recuperación”

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