Bulbos de flores en la primavera.

Bulbos de flores en la primavera.

Un bulbo es en realidad una planta completa, que espera por así decirlo “comprimida” hasta que pueda desarrollarse.

Bulbos de flores en la primavera

El uso en la práctica de bulbos de flores primaverales.

En primer lugar queremos aclarar un malentendido que está muy extendido: ¡los bulbos no son tubérculos!
Un bulbo es en realidad una planta completa, que espera por así decirlo &acutecomprimida´ hasta que pueda desarrollarse. Si Ud. corta por la mitad un bulbo, por ejemplo una cebolla, verá en el interior diversos botones y túnicas: son los futuros tallos, hojas y flores.
En el caso de un tubérculo no puede hablarse en absoluto de una planta completa, sino de una especie de acumulación de sustancias nutritivas con botones, como en una patata.
Aunque se les llama bulbos primaverales, deben ser plantados en el otoño. Sólo después de que haya pasado el frío periodo invernal se podrá desarrollar el bulbo en una sorprendente planta floreciente. Ud. puede plantar bulbos desde principios de septiembre hasta entrado diciembre. Siempre que el suelo se deje trabajar fácilmente, puede Ud. también plantar los bulbos hasta después de la primera helada nocturna.
Es verdad que los bulbos plantados &acutetemprano´ florecen antes. Ud. puede aprovecharse de esto plantando la misma variedad de bulbos con un par de semanas de diferencia. De este modo alarga la floración de una manera natural. Algunos bulbos, en particular los de floración temprana, prefieren un suelo algo &acutecálido´ en el momento de ser plantados. Así se desarrolla más rápidamente su sistema radicular.

Plantar bulbos de flores implica en primer lugar elegirlos, comprarlos o pedirlos.
Es aconsejable hacerlo pronto, porque quien primero viene, mayor elección tiene. La época de plantación de las plantas bulbosas de floración más temprana empieza a finales de septiembre, por lo que quien tenga a tiempo los bulbos en casa, no encontrará ningún problema.
Crocus, Galanthus (campanilla de invierno) y Eranthis (acónito invernal) son los primeros. Florecen temprano y por eso también les favorece el ser plantados pronto, de manera que tengan ocasión de desarrollar un buen sistema radicular. Esto ocurrirá con bastante rapidez en un arriate que todavía mantenga el calor del sol estival; la temperatura óptima del suelo es entre 5º y 10ºC. Todas las plantas bulbosas de floración más tardía pueden ser plantadas en octubre y noviembre.
Intente hacer que los bulbos estén en casa justo antes de que vaya a plantarlos; así vienen directamente del vivero y están en condición óptima.
Si surge algún imprevisto por el que hay que posponer la plantación, debe de todos modos desenvolver los bulbos inmediatamente. Póngalos en un lugar oscuro y seco, donde la temperatura no supere los 20ºC, y abra las bolsas para que entre aire suficiente. Si ha elegido bulbos que se secan rápido, guárdelos hasta el momento de la plantación en una maceta con arena o polvo de turba. Las variedades sensibles a la desecación son las siguientes: Allium ursinum
(ajo floreciente), Anemone, Eranthis (acónito invernal), Erythronium (violeta de diente de perro), Galanthus (campanilla de invierno) y Leucojum vernum (campanilla primaveral).
La mayoría de las otras plantas bulbosas no es tan sensible, entre otras razones por adaptaciones experimentales durante años, por lo que los hongos y semejantes apenas tienen oportunidad de desarrollarse.
En el embalaje aparece normalmente información sobre la plantación. Si desea más información al respecto, puede encontrarla en esta página web, bajo plantar bulbos.

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