
Astrid Izquierdo, experta en Feng Shui y alma de Sincronía Integral, presenta su nuevo libro ‘El pequeño libro del Feng Shui’, editado por Alienta Editorial, del Grupo Planeta, un arsenal de inspiración para poder recuperar la armonía perdida transformando los espacios con conciencia plena aplicando ‘las 3 herramientas’ de este arte.
Cada hogar, como las personas, es único. Con este libro Astrid Izquierdo pretende ayudar a crear espacios conectados con la esencia de las personas que lo habitan, alejándose de modas, tendencias y reglas que no funcionan. “Según el Feng Shui, todo lo que nos rodea influye en nuestro bienestar. Los colores, los objetos y los materiales transmiten sensaciones y emociones”, explica Astrid.
El Feng Shui nos habla del fluir de la energía y del cambio constante, algo que sucede de la misma manera en la naturaleza. “Una casa con buen Feng Shui es una casa en armonía, creativa y estimulante, una casa con buena vibración, con alma” explica Astrid Izquierdo. La época de crisis que estamos viviendo supone el momento ideal para transformar los hogares en templos de inspiración y en auténticos refugios donde sentirnos cómodos, seguros y protegidos y con ‘El pequeño libro del Feng Shui’ la autora propone consejos para conseguir mayor bienestar y sensación de paz y alegría a partes iguales. Un libro que enseña cómo usar los colores, los objetos y los materiales para equilibrar los puntos débiles del hogar y llenarlo de energía fresca y vibrante para un 2022 lleno de energía positiva.
Uno de los casos planteados en el libro es el de la vivienda de la estilista Mar Gausachs, en la que Astrid Izquierdo aplicó el Feng Shui para transformar su hogar en un lugar confortable, donde Mar y su familia se sintieran cómodos, seguros y protegidos ya que sentían ciertas incomodidades que no sabían cómo resolver.
Claves de feng Shui en la vivienda: UN LOFT CON MUCHO FENG SHUI
Antes del asesoramiento Feng Shui llevado acabo por Sincronía Integral, los propietarios de esta vivienda sentían ciertas incomodidades que no sabían cómo resolver. Astrid Izquierdo transformó su hogar en un lugar confortable y lleno de armonía.
La vivienda es un antiguo cine convertido en loft con techos muy altos, espacios muy abiertos y grandes ventanales, estas características, según explica Astrid Izquierdo, “generan una gran dificultad para contener la energía y pueden provocar diferentes sensaciones a sus habitantes como: estrés, falta de enraizamiento y protección, dificultad de concentración y foco, sensación de esfuerzo excesivo y descanso poco reparador.”
Después de estudiar el mapa energético de la vivienda, Astrid Izquierdo propuso realizar varios cambios para conseguir el bienestar y la armonía tan deseados:
En el salón se reubicó la lámpara LOVE en la zona que corresponde al ‘amor y las relaciones’ para activar con luz y simbología una de las áreas más importantes para los propietarios. También se incorporaron dos plantas muy grandes, una en el interior y otra en el exterior, para en primer lugar frenar la fuga energética que atraviesa todo el salón (nota: una fuga energética es el recorrido entre puertas y ventanas, o entre puertas) y, en segundo lugar, añadir el elemento Madera para aportar energía fresca y vibrante que conectara con la naturaleza y con el estado de salud y equilibrio de los propietarios. Se incorporó simbología positiva y personal con varios cuadros, y calidez y asentamiento con la alfombra y la mesita de centro.
La zona donde está ubicado el televisor, frente al sofá, era una zona sin uso. Desde Sincronía Integral se detectó que esa era la zona que correspondía al área del Reconocimiento, así que la convirtieron en uno de los rincones más apetecibles de la casa creando una zona de lectura con varias piezas de diseño preferidas de la propietaria, la butaca Butterfly, la lámpara de pie Sputnik y un cuadro de Charlotte Perriand, una de las mujeres más exitosas del mundo de la arquitectura y el diseño que añade simbología positiva e inspiradora para activar la energía del reconocimiento.
En el comedor, zona de la Creatividad, se sustituyó la mesa de comedor cuadrada por una nueva redonda, de herencia, para propiciar la buena comunicación, con una base de madera que genera calidez y estabilidad. Las sillas y la alfombra también acentúan esa sensación. Encima de la mesa siempre hay un ramo de verde exuberante para aportar energía fresca y natural. La forma sinuosa de la lámpara Vertigo encaja mucho con la filosofía del Feng Shui, un arte amante de las formas ondulantes de la naturaleza que nos invitan a fluir, sin forzar. También se incorporó simbología positiva con un cuadro de Mercedes Roglá y una planta kentia para suavizar energéticamente la esquina.
Las escaleras están consideradas, según el Feng Shui, como ‘cascadas’ energéticas porque aceleran en exceso la energía, por eso se eliminó el espejo que había en el rellano que duplicaba la sensación de desgaste y, en su lugar, se colocó un cuadro de Prada. Se añadió una guirnalda de luz en la barandilla para mantener la energía elevada. El mueble bajo, la lámpara dorada, un toque de verde y el cuadro de YSL aportan sensación de estabilidad y armonía a nivel de los 5 elementos del Feng-Shui.
En el dormitorio principal se eliminó un gran espejo que apuntaba y reflejaba directamente la cama y en su lugar se colocaron dos espejos pequeños a modo decorativo que no la reflejaran. El Feng Shui recomienda evitar los grandes
espejos en el dormitorio ya que son grandes dinamizadores de la energía y pueden afectar al descanso, en cambio pueden ser ideales en estancias como el salón, el comedor o el recibidor. Se cambió la cama por una con dosel de madera maciza para aportar sensación de enraizamiento y protección. Se quitó del cabecero una fotografía en blanco y negro de uno de los hijos del matrimonio y se reubicó en otro espacio para dejar éste como el templo de la pareja, el espacio más íntimo de la casa donde mantener la energía del amor elevada. Se incorporaron alfombras para ayudar a
generar sensación de estabilidad y se añadieron detalles como plantas y velas para añadir los elementos fuego y madera de forma suave y acabar de equilibrar a nivel de los 5 elementos en esta estancia.
En el baño se buscó la sencillez y la armonía con pequeños detalles como la lámpara de techo (elemento fuego) complementos de texturas naturales y el toque de verde que nunca falla para generar la sensación de frescor y conexión con la naturaleza. En el dormitorio del niño se separó la zona de descanso de la de juego porque son
energías distintas y, por tanto, cada espacio requiere un cuidado diferente. La cama se ubicó en la posición de protección alejada del ventanal. Y la zona de juego se situó donde la luz entra a raudales, y se hizo, además, un trabajo de orden y selección de juegos donde participó también el niño para inculcar hábitos saludables.
En la habitación infantil de la niña se cambió la ubicación de la cama para que se sintiera más segura y protegida, ya que ese era uno de los puntos a solucionar de este dormitorio. Se añadieron unos screens blancos para tapar la pared de cristal que da al salón de la planta baja porque generaba sensación de vértigo, peligro y desprotección. Se reubicó la cómoda para suavizar la fuga energética entre la puerta y el ventanal y se colocaron encima una lámpara (fuego) y una planta (madera) para equilibrar a nivel de los 5 elementos.
El Feng Shui tiene en cuenta la armonía entre los 5 elementos o energías para generar mayor sensación de bienestar: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua.
La alfombra (tierra) con la mesa y las dos sillas se ubicaron en el centro de la habitación para ayudar a generar sensación de estabilidad al espacio. Ahora, la niña, ya quiere dormir en su habitación y duerme toda la noche de un tirón. Se consiguió por fin equilibrar el exceso de elemento agua que inundaba la habitación y que generaba esa sensación de peligro que percibía la pequeña.