Hace ya tiempo que la teoría de los colores y cómo afectan a nuestro estado de ánimo se ha popularizado y adaptado tanto por profesionales como por amateurs. No todas las estancias pueden tener los mismos colores, ya que cada una tiene una función concreta. Así como un despacho no sirve para dormir, una cocina no sirve para ducharse, por lo que no necesitan de la misma iluminación o decoración. Escoger una paleta de colores para pintar dormitorios es todo una ciencia.
El dormitorio es particularmente especial cuando queremos decorarlo, porque es una estancia cuyo objetivo principal es el descanso, la relajación y la desconexión. ¿Cómo podemos conseguir un ambiente apto para un patrón de suelo envidiable, pero que, a la vez, nos represente? ¡Fácil! Con el interiorismo.
Una paleta de colores para pintar dormitorios adecuada puede hacer maravillas en nuestro descanso y en nuestra vida diaria.
¿Quieres saber la mejor paleta de colores para pintar dormitorios?
Hagamos un pequeño viaje por el mundo cromático para explicarlo.
Antes de pintar, observa
Sabemos que el momento de elegir la pintura y su color es muy emocionante y de las cosas más deseadas cuando se está reformando o rediseñando una estancia. Sin embargo, antes de pasar a la parte más ‘creativa’ primero es necesario observar la habitación (en este caso el dormitorio) que se quiere transformar. ¿Es muy grande o es más bien pequeña? ¿Tiene muchas ventanas o mucha luz? ¿Cuántas horas al día? ¿Este dormitorio va a tener zona de despacho o estudio?
Es muy importante responder estas y otras preguntas que puedas hacerte mientras observas el dormitorio, sus posibilidades y lo que quieres hacer con él. Quizá quieras simplemente cambiar el color de las paredes o necesites un ‘cambio de imagen’ más profundo. Estas cuestiones te ayudarán a llegar a esa respuesta y serán decisivas para elegir la paleta de colores para pintar el dormitorio.
Ten en cuenta que si, por ejemplo, el tuyo es pequeño, será más conveniente incluir tonos más claros, que amplíen visualmente el espacio. También deberás pensar la funcionalidad que le quieres dar (solo dormitorio, añadir un vestidor o una mesa de escritorio para trabajar…) y el tiempo medio que podrías pasar en esta estancia (eso sí, despierto). Como hemos comentado antes, los colores pueden alterar nuestro estado de ánimo y tenemos que ser muy cuidadosos a la hora de escoger los que van a acompañarnos en nuestro sueño.
No te preocupes, porque durante este artículo vamos a guiarte poco a poco por todos los colores que deberías utilizar (y evitar). Si necesitas una ayuda extra, siempre puedes contar con Manuel Torres Design. Antes de comenzar con los colores, te desvelamos un secreto para elegir la mejor paleta para ti: cuando ya tengas algunos colores elegidos, pinta pequeñas muestras (20×40 cm.) en cada una de las paredes de la habitación. Así puedes compararlos, ver el efecto que cada uno causa en la estancia u observar en directo cuál te gusta más. Observarás con distinta luz (en varias horas del día) y comprueba cómo van cambiando los colores. Un último consejo: ten en cuenta que el color en una pared entera pintada siempre se verá más intenso que en la muestra solamente.
Y ahora, sin más dilación, te dejamos con la guía de paleta de colores perfectos para pintar dormitorios:
Blanco
Ya lo hemos adelantado antes, pero una paleta de blancos es ideal si el dormitorio es pequeño, ya que amplía la estancia e ilumina, por lo que si tampoco tienes mucha luz natural, es perfecta. Además, esta paleta está compuesta de colores poco saturados, por lo que calman y relajan a la hora de dormir. Por si fuera poco, no interfieren para nada con la decoración o los materiales que quieras añadir, ya que siempre quedará bien, como en este proyecto de interiorismo ‘vivienda neoyorkina’.
Beige
Siguiendo la paleta de los blancos está el beige, un color intermedio que aporta un poco más de calidez y armonía pero sin perder todas las ventajas de un color neutro. Es perfecto si buscas un estilo más clásico o rústico.
Gris claro
Aunque sea un tono poco elegido, este tipo de paletas de colores grisáceos ayudan a dormir bien gracias a su tonalidad calmada y poco ‘chillona’. Puedes combinarlo con tonos más rosados y con maderas claras. Sin duda, es uno de los colores top para una habitación completamente relajante, como es el caso de este piso neoclásico.
Amarillo (suave)
En nuestro imaginario colectivo el amarillo lo solemos clasificar como color llamativo, de ahí que le añadamos la distinción de ‘suave’. Esta paleta de tonos tiene muchas posibilidades bien tratadas y combinadas para obtener un dormitorio luminoso y cálido. Es perfectamente combinable con otros tonos de la misma paleta (beige, blanco, gris, azul…).
Colores tierra
Los tonos tierra son una de las paletas más demandadas este año y están, definitivamente, en tendencia. Buscando una aproximación a la naturaleza y al exterior, colores como el marrón, el verde, el teja o el caramelo aportan serenidad, calma y naturalismo.
Azul claro
Si tienes un ritmo de vida muy ajetreado o estresante, puede que este tono sea el mejor para ti. Se ha demostrado que el azul está relacionado con una mayor cantidad de horas de sueño. Nuestro cerebro asocia este color con el cielo y el mar, lo que provoca una oleada de relajación y calma, reduciendo la frecuencia cardíaca. Puedes combinarlo con ropa de cama blanca para potenciar el efecto.
Rosa
Este color no suele estar en la mesa cuando se está eligiendo una paleta de colores para pintar dormitorios, pero si se escoge un tono concreto y un acabado mate puede transformar por completo el espacio. Según la psicología del color, un tono pastel o con una saturación baja tranquiliza y relaja.
Verde claro
Este tono es perfecto porque tiene la misma explicación que los tonos tierra: nos recuerda a la naturaleza y a su vitalidad. El verde claro específicamente es muy refrescante y muy alegre, por lo que queda muy bien en espacios para el descanso. Si ves que es este color es demasiado, puedes pintar las paredes de un tono más relajado y añadir pequeños toques de este color en la decoración o en la ropa de cama.
Verde oscuro
Si veníamos hablando de que el verde claro puede ser demasiado para una persona que busque un dormitorio calmado, el verde oscuro es la alternativa perfecta. No renuncias a este color tan alegre y vital, pero consigues un efecto mucho más relajado. Es perfecto para combinar con tonos más suaves, como el rosado y el arena.
Negro
No es el color más elegido en un dormitorio por su oscuridad. Te recomendamos que, si al final te decantas por estos tonos, estés seguro de que el espacio recibe suficiente luz. Puede quedar muy elegante, mezclado con textiles como el Vichy.
Azul grisáceo
Este tono sigue la misma norma que el negro: solo se puede poner en las paredes si la estancia tiene una fuente de luz natural asegurada, ya que es más oscuro y puede quedar opaco. Es ideal si quieres darle un toque rústico pero moderno al mismo tiempo a tu dormitorio. No necesita de mucha decoración, porque este color acapara las miradas y se hace protagonista él solo.
‘Verdigris’
Si el verde y el gris son paletas de colores perfectas para poner en un dormitorio, juntos puedes hacer maravillas. El primero aporta vitalidad y el segundo relajación. Se equilibran y ambos aportan atributos necesarios en su justa medida. Si añades algún toque de blanco puedes conseguir mucha más luz.
¿Qué paleta de colores evitar?
Ahora que ya tienes una idea de cuáles son las paletas de colores para pintar dormitorios más adecuadas, es conveniente saber qué tonos debemos evitar siempre que podamos. Para saberlo hay que tener en cuenta el principal objetivo de un dormitorio: dormir. Todos los colores que pongamos en esta estancia deben ayudar a cumplir esta misión. Además de la temperatura, la luz y la calidad del colchón, los colores que pongamos pueden hacer que descansemos mejor o peor. Los que se escojan estarán vinculados, por tanto, a un mejor descanso.
Para ello, debemos huir siempre que podamos de colores chillones o muy llamativos, como el rojo, el naranja, el amarillo o el rosa muy vivo. Todas estas paletas tienen una frecuencia vibracional muy alta que nos revitaliza y puede ser útil para otras estancias en las que necesitamos estar despiertos o activos. Sin embargo, en un dormitorio necesitamos reducir la sensación de fatiga y sentirnos seguros.
Los colores con mucha saturación excitan a nuestro cerebro y le obligan a ‘estar atento’. Por eso se recomienda huir todo lo posible de ellos, especialmente a la hora de elegir los colores de las paredes. Ciertos toques en la decoración son permisibles, pero lo mejor que puedes hacer es experimentar y probar tú mismo para ver si te molestan o no.
Dentro de estos colores, los tonos brillantes también son un ‘no’ en un dormitorio, ya que amplifican las emociones y nos impiden desconectar de nuestros pensamientos. Como reflejan la luz, interrumpen los ciclos de sueño naturales de nuestro organismo y nos mantienen despiertos cuando, en realidad, lo que necesitamos es dormir.
Con los tonos brillantes se tiene que seguir la misma línea que con los saturados: si te gustan mucho, en pequeñas dosis de decoración y nunca como protagonistas. Puedes jugar con la luz para equilibrar esos tonos con el resto de la habitación.
Con estos consejos seguro que logras escoger una paleta de colores para pintar tu dormitorio que encajen con su forma y con tu personalidad y gusto. Si necesitas un poco más de asesoramiento y, ya de paso, quieres reformar un poco la estancia y quitar alguna columna o remodelarlo, puedes contar con Manuel Torres Design.