¿Cómo escojer un gato?.

¿Cómo escojer un gato?.

Si está usted pensando en comprarse un gato tendrá primero que decidir entre un gato de raza y uno que no lo sea…

¿Cómo escojer un gato?

Si está usted pensando en comprarse un gato tendrá primero que decidir entre un gato de raza y uno que no lo sea…

¿Cuál es la raza adecuada para usted?
Si está usted pensando en comprarse un gato tendrá primero que decidir entre un gato de raza y uno que no lo sea. La segunda decisión suele consistir en una elección entre una raza de pelaje largo o una de pelaje corto (la mayoría de los aficionados principiantes a los gatos no conocen todavía la tercera variedad, las razas de manto rex). A partir de ese momento, el proceso de selección se hace más difícil.

A menos que haya leído unos cuantos libros acerca de gatos, ilustrados con buenas fotografías, que haya asistido a muchas exhibiciones de gatos en las que se haya expuesto un buen número de razas, o que tenga gran cantidad de amigos que posean gatos de diferentes razas, lo probable es que disponga de escasa información acerca de las razas de gatos y acerca de sus variedades de color. Si para tomar una decisión necesita conocer todas las opciones posibles, es probable que no pueda comprar un gato hasta haberse convencido de que ha recibido toda la información existente. Tendría que conseguir un buen libro que lo explique todo acerca de los gatos, leer las descripciones de las diferentes razas y estudiar las ilustraciones. De este modo podrá al menos seleccionar algunas, digamos simplemente a la más adecuada, de las razas que más le atraen. Su próximo paso será asistir a una exhibición de gatos para poder ver animales en vivo. No se decepcione si no le permiten tocar a los animales exhibidos. Muchos criaderos no permiten que sus gatos sean manipulados durante las exhibiciones porque así pueden contagiarse con gérmenes provenientes de otros gatos. Sin embargo, después de haber asistido a unas pocas exhibiciones, debería estar usted en condiciones de determinar cual es la raza adecuada.

Después de haberse decidido por una determinada raza, tendrá usted que considerar una serie de preguntas adicionales antes de comprar un ejemplar.

Gatito o gato adulto
Ciertamente resulta muy atractivo criar un gatito, pero la fascinación de los animalitos no durará demasiado tiempo. Un gatito nuevo requerirá de más de atención humana que un nuevo gato adulto y algún miembro de la familia tendrá que responsabilizarse de los cuidados del minino. Probablemente habrá que limpiar los residuos dejados por el gatito, al menos durante los primeros días, hasta que el pequeñuelo se acostumbre a su nuevo entorno. Una ventaja de comprar un gatito en vez de un gato adulto consiste en que los pequeños son más impresionables que los adultos y, por lo tanto, resultan mucho más receptivos a la personalidad y temperamento de su propietario. Un gato maduro probablemente tenga costumbres más enraizadas. Una de las ventajas de comprar un gato adulto con el que usted se sienta cómodo es que su carácter probablemente esté bien establecido, mientras que nunca podrá estar seguro de cómo se desarrollará un gatito a pesar de las influencias que pueda recibir.

Muchos eventuales propietarios de gatos piensan que no podrán o no querrán dedicar el tiempo necesario para atender a un gatito. En estos casos, un gato adulto de buen carácter puede ser la mejor solución. Las personas con ganas y tiempo para dedicarse a jugar, adiestrar o simplemente a estar con un gatito, probablemente se sentirán mucho más felices si compran un animalito de poca edad que si adquieren un gato adulto. Es posible que una persona mayor no pueda cuidar de un gatito joven, pero un gato adulto adiestrado y cariñoso sería el perfecto animal de compañía para ella. Un animal así dará a la persona su cariño, atención y compañía, será fácil de mantener y proporcionará interminables horas de entretenimiento y placer.

Las familias que posean un perro harán mejor en comprar un gatito joven, puesto que un gato adulto podría tener problemas para acostumbrarse al perro, considerándolo como un enemigo y resintiéndose, aunque el perro haya estado en la casa antes que él. Sin embargo, un gatito aceptará encantado a un pero como compañero de juegos, confidente y amigo. A menos que sea de mal carácter, un perro suele aceptar a un gato al menos como una fuente de diversión y un compañero de juegos, y muchas veces como otro miembro de la familia que ha de ser cuidado, amado y protegido. Invariablemente los cachorros y los gatitos entablan amistad rápidamente, especialmente si llegan a su nueva casa al mismo tiempo.

Las familias con niños tienen que pensarlo bien antes de comprar un felino. Conviene que consideren si no sería más adecuado comprar para su hogar un animal de compañía que no sea felino. A los gatos no les gusta recibir un trato brusco, y si los niños de la familia son demasiado jóvenes como para respetar a un gato, especialmente su ocasional necesidad de privacidad, su derecho a decidir cuánto jugar y cuándo no hacerlo, su derecho a no ser manipulado como un perro y sus posturas y gruñidos de advertencia, esa familia no debería comprar un gato. Los gatos pueden causar serias heridas a un niño, y si bien estas acciones son invariablemente una reacción ante una determinada conducta, probablemente los padres culparán al gato por el mal comportamiento de su hijo. Cuando los niños han crecido con gatos y la familia quiere reponer un felino que se ha muerto, no debería haber problemas para tomar la decisión de comprar otro. Si el primer gato y los niños se han llevado bien, un nuevo gato será bien recibido; de no ser así, y si la familia está determinada a adquirir un nuevo animal de compañía, sería conveniente considerar la compra de un animal que no sea un felino.

Macho o hembra
A menos que tenga usted la intención de dedicarse más adelante a la crianza de gatos y prefiera uno de los sexos, el sexo de gatito que compre no tiene importancia. Sin duda habrá usted oído decir a muchos propietarios de gatos que sus machos son más cariñosos que sus hembras o viceversa, o que los gatos de un determinado sexo son mas inteligentes que los del otro, o afirmaciones similares. Si anotara usted todas estas afirmaciones probablemente hallaría que el número de las que favorecen un sexo es prácticamente igual al de las que favorecen al otro.

Los gatos se muestran acusadamente discretos por lo que se refiere a poner de manifiesto su sexo y a menudo resulta difícil, tratándose de un cachorro, determinar a cuál pertenecen. Levantemos a éste cogiéndolo por la cola y de forma que las patas traseras pierdan contacto con el suelo. Con ello se consigue una clara visión del orificio anal y área circundante. Debajo de dicho orificio se encuentra otro, es el de la uretra, a través del cual el pequeño gato orina. A diferencia de los cachorros de perro, en los que los machos presentan una especie de funda alrededor de la abertura de la uretra, los cachorros de gato sólo cuentan con una simple papila y una abertura. El punto importante a tener en cuenta en la determinación del sexo es la distancia que media entre el orificio anal y la uretra. En los machos los testículos eventualmente se

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