Cómo llevar una vida más slow. Propósitos para este año.

Cómo llevar una vida más slow. Propósitos para este año.

Aprovechando el cambio de año, Jean-Luc Riehm, Wellthy Expert de La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel, explica cómo adoptar un estilo de vida más consciente y pausado en cinco sencillos pasos

Aprender a llevar una vida slow, sobre todo tras una pandemia que ha puesto de manifiesto la necesidad de adoptar un estilo de vida más consciente y pausado que el actual, marcado por la inercia y el estrés.

“Pasamos del día a la noche y de la noche al día como pasamos por las diferentes estaciones, adaptándonos como autómatas. La vida slow fomenta disfrutar plenamente de estos cambios y utilizarlos para recargarse”, apunta Jean-Luc Riehm en calidad de experto en bienestar e instructor especializado en Qi Gong, un milenario conjunto de técnicas procedentes de la medicina tradicional china que se traduce como “el arte de trabajar la energía” y cuya práctica está estrechamente relacionada con esta corriente cultural que promueve tomar conciencia.

Equilibrando actividad y pasividad
Aplicar la receta actividad versus pasividad es clave para alcanzar el equilibrio. No puede existir la una sin la otra, de la misma manera que el día invita al dinamismo y la noche incita a descansar. “Hay que crear una armonía entre actividad y pasividad, y eso pasa por respetar los momentos de reposo, que son fundamentales para luego poder estar plenos de energía.

Conectando con la naturaleza
El vínculo con la naturaleza se ha de cultivar durante todo el año, observando cómo cambia en cada estación. Seguir sus ritmos es la mejor manera de regular la energía vital. “Al igual que la naturaleza se resguarda y almacena su potencial en otoño e invierno, a nosotros nos sucede lo mismo. En esta época el cuerpo está más cansado y nos pide aminorar la marcha, protegernos del frío y prepararnos para la primavera, cuando los días se alargan y la tierra empieza a florecer como nuestro organismo. Se despierta la energía vital para llegar a sus máximos en verano. Con esto quiero decir que somos un reflejo de la naturaleza, por lo que tenemos que aprender a escucharla y acoplarnos a sus ciclos para sacar lo mejor de cada uno”, describe Riehm.

Adecuando la rutina de ejercicio
Ejercitar el cuerpo no podía faltar entre los preceptos de la vida slow. Pero no de cualquier manera, sino acorde con los ritmos de la naturaleza anteriormente mencionados. “En primavera procura andar y estirar para flexibilizar tus tendones; en verano decántate por las actividades acuáticas o de montaña; el otoño es perfecto para ir bajando la intensidad y llegar al invierno con ganas de practicar Qi Gong, meditación y estiramientos suaves para mantener el cuerpo ágil y, sobre todo, cuidar tu estado energético.

Llevando una buena alimentación
Ya lo decía Hipócrates, “haz de tu alimentación un medicamento”. Lo ideal es priorizar los productos de temporada y cuidar las cantidades, un secreto a voces para mantenerse bien durante todo el año y aumentar el nivel de bienestar a largo plazo.

Cuidando del sueño regularmente
Dormir bien es esencial. Cuando una persona está descansada, su estado físico, anímico y energético es óptimo. De lo contrario, la falta de sueño se traduce en irritabilidad, cansancio, poca energía, e incluso pesimismo. “Para dormir bien la mente y el cuerpo deben de estar receptivos al descanso y, para que eso suceda, nada como seguir los cuatro tips anteriores. Marcarán el camino hacia un sueño reparador”.

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