Cómo una alimentación saludable puede ayudar a quedarse embarazada

Cómo una alimentación saludable puede ayudar a quedarse embarazada

Cada mes de junio se celebra el mes internacional de la infertilidad, una enfermedad que afecta a las parejas y que les impide concebir un hijo de manera natural tras un año de relaciones sexuales constantes (al menos tres veces a la semana) sin utilizar métodos anticonceptivos. No hay que confundirlo con esterilidad, que es la incapacidad de llevar un embarazo a término y cuya celebración mundial fue el pasado 1 de junio. La diferencia es que la infertilidad permite en muchas ocasiones conseguir un embarazo pero no se produce el nacimiento por diferentes motivos.

Hay muchos factores que afectan en la fertilidad como los hábitos de vida actuales, la contaminación ambiental, la diabetes, el consumo de alcohol y tabaco o incluso hacer demasiado ejercicio, pero la alimentación es clave para conseguir un embarazo, el exceso o carencia de determinados nutrientes puede hacer que la situación se complique. El sobrepeso y la obesidad también suelen ser un problema a la hora de quedarse embarazada, debido a la alteración hormonal producida. Del mismo modo, un bajo peso también es contraproducente a la hora de concebir.

Alimentos que más favorecen la fertilidad

Ácido fólico
Se trata de una vitamina del grupo B aconsejada para evitar problemas neuronales en el futuro bebé, normalmente se recomienda a las mujeres embarazadas, pero también es conveniente en mujeres que busquen el embarazo para tener una reserva suficiente de este nutriente. Es un nutriente clave y se encuentra en las verduras de hoja verde, en la levadura de cerveza, aguacate y lentejas.

Vitamina A
Esta vitamina es imprescindible para la preparación al embarazo, ya que contribuye al mantenimiento de mucosas del organismo, entre ellas, la mucosa uterina, interfiere sobre el ciclo menstrual y en el desarrollo de la placenta. Por tanto, es importante incluir en la alimentación las frutas y hortalizas de color anaranjado o rojizo (albaricoque, melocotón, papaya, mango, melón, zanahoria, calabaza, batata, pimiento rojo o tomate entre otros) que son una fuente de Vitamina A. También es imprescindible tomar yema de huevo, leche, queso cheddar, garbanzos, brotes verdes como los grelos, canónigos, espinacas y rúcula. En cuanto a las carnes, sobre todo el hígado de ternera, vaca, buey, en menor medida el de cerdo, (mejor olvidarse del de pollo, que no entra en esta lista), o sus derivados como patés y foies, aunque sin abusar de estos últimos. En cuanto a mariscos, las almejas, chirlas o berberechos, por último, los mejores pescados son la caballa, el salmón, los congrios y las anguilas, y si uno se puede dar un homenaje y tiene para dárselo, ¡unas angulas o un poco de caviar! Pero no los de imitación…

Vitamina E
La Vitamina E o también llamada la vitamina de la fertilidad tiene un alto poder antioxidante que protege los tejidos de los radicales libres y toxinas ambientales y es fundamental para el buen funcionamiento hormonal. Son excelentes fuentes de esta vitamina los aceites vegetales, sobre todo el aceite de girasol, los frutos secos como las almendras, avellanas, nueces, cacahuetes, pistachos y piñones. Las semillas o pipas de calabaza y girasol. También se puede encontrar en los aguacates, espárragos espinacas y brócoli, es decir, en alimentos de color verde.

Hierro
Es muy importante empezar el embarazo con unas concentraciones de hierro óptimas ya que, durante el embarazo, las demandas del mismo se van a ver incrementadas. Por tanto, es fundamental tomar antes del embarazo alimentos ricos en hierro, pero existen de dos tipos, “hemo” presente en los alimentos de origen animal como carnes, pescados y huevos y el “no hemo”, que se encuentra en los de origen vegetal. Es importante saber que el cuerpo humano no los absorbe de igual manera, aprovechamos el 25% del que tienen los alimentos de origen animal y solo el 10% de los de origen vegetal.

Las carnes que más hierro “hemo” contienen son el hígado de vaca o cerdo, las perdices y codornices, los riñones y en general las carnes rojas, especialmente las vacunas, con respecto a los mariscos y pescados, las almejas, chirlas, berberechos, mejillones, sardinas, gambas y los langostinos. Y, por supuesto, la yema de los huevos. En cuanto a los alimentos con hierro “no hemo”, las famosas espinacas de Popeye, las acelgas, habas, lentejas, garbanzos y judías. Es importante recordar que si estos alimentos van acompañados de vitamina C, el hierro “no hemo” se absorverá mucho mejor. Por ejemplo, lentejas con zumo de naranja, ensalada de acelgas con gajos de mandarina…

Zinc
El zinc influye indirectamente en la ovulación y fertilidad, además de ejercer acción antioxidante, pudiendo ayudar al retraso del envejecimiento celular y folicular que aumentará las posibilidades de embarazo. Se recomienda su consumo tanto si se está buscando el embarazo como si ya se ha conseguido. Este mineral se encuentra en alimentos como la carne de cerdo, los cangrejos, el chocolate negro, el arroz integral, el germen de trigo, las pepitas de calabaza y ahora que se acerca el verano, ¡las de sandía! Por cierto, para todas aquellas parejas que se quieran animar a quedarse embarazadas, ¡no hay nada mejor que las ostras, que además de ser el alimento afrodisíaco por excelencia es el que más zinc tiene!

Recordamos que todos estos alimentos recomendados son aconsejables durante la búsqueda del embarazo para preparar el cuerpo, pero no siempre durante el embarazo. En ese caso lo mejor es consultar con nuestro médico cuáles debemos o no tomar.

Pero, además de una buena alimentación Nutritienda.com da unos consejos para mejorar la probabilidad de embarazo:

  1. No fumar y beber alcohol. ¡No solo lo dicen las cajetillas de tabaco! Las tasas de infertilidad entre las personas que fuman son el doble que en las que no lo hacen y aumentan con el número de cigarros fumados al día. Por otro lado, aunque hay estudios que afirman que un consumo moderado de alcohol no reduce la fertilidad de las parejas, otros afirman que su abuso sí lo hace, así que, para evitar pensar qué es moderado y qué es abuso, ¡mejor eliminarlo de nuestras vidas mientras busquemos el embarazo!
  2. Bajar el nivel de estrés que sufrimos a diario. Ya que provoca alteraciones hormonales que afectan tanto a hombres como a mujeres, provocando una ovulación irregular en ellas y una baja calidad espermática en ellos.
  3. No obsesionarse. Los factores psicológicos pueden hacer que la probabilidad de embarazo sea menor.
  4. Practicar deporte. La actividad física, además de ayudar a controlar el peso, aporta beneficios sobre la capacidad reproductiva, pero no hay que hacerlo en exceso.
  5. Aprovechar los días fértiles de la mujer. Es muy importante tener controlado cuando ovula cada uno, ya que aunque lo normal es ovular 14 días antes de la regla, no todas las mujeres son iguales, por lo que es fundamental saber la ovulación de cada una.

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