¿Cuál es la mejor postura para dormir? Analizamos los pros y contras.

¿Cuál es la mejor postura para dormir? Analizamos los pros y contras.

Un descanso óptimo es esencial para la salud y el bienestar general.

La postura en la que dormimos puede tener un impacto significativo en la calidad de nuestro sueño, y, por ende, en nuestra salud física y mental. Con el objetivo de promover un descanso óptimo, Conforama presenta el posturómetro, una práctica guía desarrollada en colaboración con la socióloga y divulgadora del sueño, Carmen Domínguez, donde se analizan los pros y contras de las posturas más comunes para dormir.

Según la socióloga, “en una noche de sueño, cambiamos de posición entre 20 y 40 veces de forma inconsciente, buscando la que más se acomode al estado de nuestro cuerpo en ese momento”. En este sentido, Carmen Domínguez señala que “es crucial comprender cómo afecta cada postura a nuestra salud para garantizar un descanso óptimo, pero hay que tener cuidado en no obsesionarse y querer tener el control de cada postura mientras se duerme, ya que puede ser contraproducente para nuestro
sueño (ortosomnia)”

A continuación, se detallan algunos aspectos clave de las posturas más habituales para dormir:

Bocarriba (posición supina):

Dormir bocarriba puede alinear la columna vertebral, pero también puede aumentar los ronquidos y la apnea del sueño en algunas personas. En cualquier caso, la elección de esta posición debe basarse en de si existen problemas respiratorios.

Pros: Proporciona una distribución uniforme del peso corporal, lo que puede reducir la presión en la columna vertebral y prevenir el dolor cervical y de espalda. Además, disminuye la probabilidad de arrugas faciales, dado que el rostro no está en contacto directo con la almohada.
Contras: Puede aumentar la probabilidad de ronquidos y apnea del sueño, por lo que no se trata de una postura poco recomendable para aquellas personas que sufren Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) y/o que roncan.
Recomendaciones: Para que la columna quede alineada, Carmen Domínguez recomienda utilizar una almohada que tenga la suficiente altura para impedir que la cabeza se vaya hacia atrás, manteniendo una alineación adecuada y evitando que la lengua obstaculice el paso de aire de la vía aérea.

De lado (posición lateral):

La postura por antonomasia dada su comodidad y sus múltiples beneficios. No obstante, debemos tener en cuenta ciertos aspectos que hay que vigilar para evitar posibles dolencias:
Pros: Alivia la presión sobre la columna vertebral evitando los dolores de cuello y de espalda, y reduce la probabilidad de ronquidos. Además, se recomienda a aquellas personas que sufren una insuficiencia cardiaca congestiva ya que les ayudará a respirar con mayor facilidad. Especialmente, dormir del lado izquierdo ayuda a mejorar la digestión, evita el reflujo y es especialmente beneficioso para los bebés y las mujeres embarazadas, ya que ayuda aliviar la presión sobre el hígado.
Contras: Puede causar entumecimiento en los brazos si se duerme sobre ellos o molestias en los hombros.
Recomendaciones: Para aquellos que prefieren dormir de lado, la experta en sueño señala que es recomendable usar una almohada que mantenga la cabeza y el cuello alineados con la columna vertebral, lo que ayuda a prevenir la tensión muscular y reducir el riesgo de rigidez o dolor.
Además, usar una almohada entre las piernas o abrazarla puede proporcionar un alivio adicional por varias razones: ayuda a equilibrar la postura; brinda apoyo adicional para el cuello y la espalda; mejora la circulación sanguínea al evitar la presión entre las piernas y genera una sensación de seguridad y calma durante el sueño.

Boca abajo (posición prona):

Tal como indica Carmen Domínguez, “dormir boca abajo está considerada la peor postura puesto que la columna no descansa”. Esta posición está asociada al dolor de cuello, debido a la excesiva rotación de la columna, provocando que el tórax no pueda expandirse bien debido a la presión que ejerce el colchón, ocasionando una falta de aire. Evitar especialmente en recién nacidos y bebés.
Pros: Puede aliviar el ronquido y la apnea del sueño en algunas personas.
Contras: La necesidad de rotar en exceso el cuello hacia un lado y el otro para respirar ocasiona una tensión constante de toda la columna cervical, afectando al cuello y a la espalda, pudiendo provocar dolor crónico. Además, existen evidencias de que puede causar problemas de circulación y dificultad en la respiración.

En pareja:

Dormir en pareja puede fortalecer el vínculo emocional y ofrecer una sensación de protección, pero puede conducir a más despertares debido a los movimientos y otros factores como los ronquidos y las diferencias en la temperatura corporal.
Pros: Fortalece el vínculo de unión de la pareja y brinda una sensación de protección y compañerismo.
Contras: Mayor probabilidad de tener despertares frecuentes debido a los movimientos y otros factores como los ronquidos y las diferencias de temperatura corporal; posibles conflictos por compartir espacio en la cama; necesidad de adaptarse a las preferencias y necesidades individuales de cada persona para mejorar la calidad del sueño; y problemas de ronquido que pueden afectar el descanso de ambos.
Recomendaciones: Los expertos en descanso de Conforama y Carmen Domínguez coinciden en que cada persona ha de tener su propia almohada adaptada a sus necesidades particulares. Además, consideran que es altamente recomendable que los colchones estén diseñados para reducir al mínimo la transferencia de movimientos del otro. En este caso, los colchones con independencia de lechos es la mejor opción para ello.
La ropa de cama debe ser lo suficientemente amplia para abarcar bien a los compañeros de sueño. Una alternativa para evitar problemas es que cada uno tenga un edredón individual. Además, es muy recomendable airear bien el dormitorio para conseguir un ambiente propicio. Excepcionalmente, en el caso de los ronquidos puedes usar tapones de forma puntual para minimizar las molestias por estos sonidos.

Cuidar la postura es la clave para un sueño reparador

La postura para dormir ideal puede variar según las necesidades individuales y las condiciones de salud. Es fundamental consultar con un profesional de la salud si se experimentan problemas de sueño persistentes o dolor.

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