El ciclismo: el deporte más completo para niños

niños y ciclismo

Contar con bicis para niños desde bien pequeños es la forma más divertida, segura y completa de introducir a nuestros hijos en el mundo del deporte. Pero no acaban ahí sus beneficios. A continuación os contamos las ventajas de introducir en el ciclismo a nuestros peques desde edad temprana.

Una forma segura de hacer deporte

Las bicicletas para niños vienen equipadas con los clásicos ruedines, por lo que nuestros hijos no tienen más que aprender a pedalear y manejar el manillar para hacerse con el control de la bicicleta.

De esta forma segura podrán desarrollar la capacidad del equilibrio y la coordinación a la par que realizan un ejercicio que no les exige más de lo que ellos mismos puedan dar de sí.

Una forma de crearles una sana afición

El deporte, para aquel al que no le despierta pasiones desde pequeño, puede ser una práctica no apta para todos y crear cierto rechazo pese a sus conocidos beneficios para la salud. En cambio la práctica del ciclismo bien inculcada, se puede apreciar para aquellos jóvenes que sean poco fan del ejercicio como un hobby más que como una práctica deportiva.

Una forma de conocer el entorno

Salidas al campo, excursiones a la montaña, paseos por el río… todas estas actividades, si nuestro hijo no es activo, pueden resultar pesadas y lentas para realizar a pie. Sin embargo, mediante la bicicleta encontramos un medio de trasladarnos que les resulta divertido y práctico.

Una forma de realizar actividades en familia

La bicicleta es la excusa perfecta para realizar salidas familiares los días de descanso y aprovechar para tomar el aire libre todos juntos, realizando excursiones reconfortantes en las que participar todos los miembros.

Una forma de crear vínculos

Si vamos más allá de inculcarle la práctica, y le introducimos de pleno en el mundo ciclista, se puede desarrollar un hobby entre padres e hijos que incluya el mantenimiento de la bicicleta, el “tuneo”, cambio de piezas etc.

Una forma de mantenerlos sanos

No debemos olvidar que la bicicleta es una forma de hacer ejercicio, y por tanto una actividad saludable en la que desarrollarán sus habilidades físicas y en la que quemarán todas esas grasas inútiles que es inevitable que les ofrezcamos en dulces, golosinas y otras chucherías.

Una forma de “cansarlos”

Si nuestro hijo muestra síntomas de hiperactividad resulta de los que cuesta una eternidad mandarlos a la cama, el ciclismo les facilitará quemar toda esa energía sobrante para que cuando deban, puedan descansar como angelitos.

 Una forma de reducirles estrés

Aunque sea una patología más propia de adultos, en edades tempranas ya se dan síntomas de estrés, para lo que una actividad igual de lúdica que energética, es ideal para reducir la ansiedad.

Una forma de fomentar los mejores valores deportivos

El ciclismo a edades tempranas no fomenta la competitividad sino otros valores más positivos del deporte como el compañerismo, respeto, tolerancia y solidaridad.

Una forma de enseñar normas

Por dónde se debe pasear, cuándo ceder el paso, cuándo se debe aminorar la velocidad y cuándo prestar más atención al entorno son normas y valores que se aprenden a la hora de situar a nuestros hijos sobre los dos pedales.

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