La alternativa natural a las coloraciones capilares tradicionales.

La alternativa natural a las coloraciones capilares tradicionales.

Uno de los propósitos más recurrentes cuando comienza un nuevo año es el de adoptar un estilo de vida más saludable. Practicar más ejercicio, alimentarse mejor, beber más agua y utilizar cosméticos naturales son algunos de los objetivos que marcan la llegada de 2024.

Salón Noelia Jiménez te propone que apliques esta filosofía de los pies a la cabeza. Sí, también en la cabeza. ¿Has oído hablar de la coloración con barros? En este salón ya llevan mucho tiempo utilizando esta alternativa natural a los tintes tradicionales con grandes resultados.

Noelia Jiménez, estilista y propietaria del Salón que lleva su mismo nombre, te cuenta cuáles son los beneficios de esta técnica que está arrasando entre su clientela. “Teñir con barros sí es posible. Se trata de la evolución de la tradicional henna y asegura resultados saludables y naturales, sin riesgos ni peligros para profesionales y clientes. Además, a todo esto se suma la corriente eco y sostenible, que tanto peso está cogiendo en la actualidad”, sostiene la experta.

QUÉ ES LA COLORACIÓN DE BARROS

Se trata de una coloración natural a base de pigmentos de plantas, maderas, flores y tierras que, mezclados con agua caliente, forman un barro que se aplica sobre el cabello recién lavado. No provoca alergias ni daña en absoluto el cabello. Es una tendencia que sigue los dictados de lo eco en cuestión de belleza y asegura resultados destacados y comprometidos con la salud y la sostenibilidad. La coloración con barros es la evolución de la aplicación de hennas en el cabello que, de un tiempo a esta parte, ha resurgido en los salones de peluquería más punteros, dado precisamente su carácter natural.

RAZONES POR LAS QUE DEBERÍAS PASARTE A LOS BARROS CAPILARES

“Teñirse con barro mejora la cutícula del cabello gracias a sus propiedades fitoterapéuticas (exclusivas de origen vegetal), dejándolo muy hidratado y reduciendo también el encrespamiento”, advierte la profesional.
Pero hay muchos más beneficios. Noelia Jiménez pone sobre la mesa las 7 razones por las que deberías pasarte a la coloración de barros.

Los barros no ocasionan ningún tipo de ataque al cabello, ya que penetran en él de forma superficial y no contienen amoníaco (el componente principal de los tintes comunes). Además, tienen una acción astringente que desintoxica a fondo el cuero cabelludo, eliminando los residuos y aportando volumen desde la raíz a las puntas.

Teñirse con barro mejora la cutícula del cabello gracias a sus propiedades fitoterapéuticas (exclusivas de origen vegetal), dejándolo muy hidratado y reduciendo también el encrespamiento. De hecho, los expertos aseguran que este tipo de coloración es un servicio que todo el mundo debería realizarse, ya que mejora la calidad capilar y aporta mucho brillo a la melena.

Los tintes con barros no generan una raíz “evidente” como la de los tintes químicos. El pigmento va desapareciendo con los lavados y se va fundiendo con las canas (en el caso de que las hubiese). Los barros maquillan las canas integrándolas de forma natural, de tal modo que hacen ellas mismas de micromechas. Además, con los productos de Noelia Jiménez, conocimientos y técnica propia, consiguen darle mayor durabilidad a este tratamiento natural de coloración capilar.

Los tintes con barro tienen una gran gama de colores naturales con materias primas especializadas que se pueden mezclar para personalizar cada tono, haciendo del color una auténtica obra de arte.

Forman una barrera protectora frente a las agresiones externas, debido a que actúan sobre las capas más superficiales del cabello.

Los tintes ecológicos no provocan alergias, puesto que en contadas ocasiones un barro vegetal deriva en reacción. Por lo tanto, constituyen la opción ideal para personas con alergia a los tintes químicos.

Los tintes con barro tienen una gran gama de colores naturales con materias primas especializadas que se pueden mezclar para personalizar cada tono, haciendo del color una auténtica obra de arte.

Los tintes naturales no huelen a amoníaco, sino a campo, gracias a los materiales que se mezclan durante su fabricación (flores, plantas, barro, etc.). Por lo que el tiempo de espera mientras éste se “seca” es mucho más agradable que cuando uno se tiñe químicamente.

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