Los Jardines verticales existen hace mucho tiempo pero ahora han conseguido una gran popularidad por sus grandes ventajas y pocos inconvenientes.
Los jardines verticales aportan color, frescor y un punto natural a una pared, no roban espacio y consumen CO2, además tienen un bajo mantenimiento si sabemos escoger las plantas que los forman y en lo único que debemos estar atento es que la empresa que lo instale lo haga bien y de esa manera no produzca ni humedad ni filtraciones.
Un Jardín vertical está compuesto de cientos de pequeñas plantas de interior o exterior que se cultivan en una pared fija o en una estructura vertical independiente.
Varios estudios arrojan que para 2050, casi el 80 por ciento de la población mundial vivirá en centros urbanos. Como las ciudades se han vuelto más pobladas y dependemos mucho más de la vida en pequeños pisos, la mayoría de nosotros no tenemos acceso a un jardín o simplemente a cualquier vegetación en esta jungla de cemento.
Con el tiempo las zonas verdes de las ciudades se están convirtiendo en plazas de cemento y llegará un momento en que para ver una planta o árbol deberemos desplazarnos unos kilómetros de la urbe.
Los jardines urbanos a partir de ahora serán particulares, situados en las azoteas, balcones y paredes. Los beneficios estéticos, fisiológicos, económicos y ambientales de los jardines verticales se han convertido en una brillante solución para el decreciente espacio disponible para la jardinería en las ciudades.
Los Jardines verticales ayudan a controlar la contaminación acústica, ya que ayudan a bloquear el ruido de baja frecuencia y ayudan a reducir la contaminación acústica. Un hogar más tranquilo es un hogar feliz.
Las plantas absorben contaminantes y gases nocivos. El cultivo vertical de plantas de forma compacta le brinda un ambiente más puro para respirar al actuar como una barrera protectora contra estos contaminantes mientras los absorbe.
También ayudan a controlar la temperatura interior, absorben el calor y los rayos UV y crean un área sombreada dentro del hogar.
Dado que las plantas se cultivan en vertical, los daños causados por mascotas y otros animales son mínimos. También son fáciles de fertilizar, regar y podar debido a su conveniente ubicación vertical, lo que significa que solo hay un panel grande para mantener.
Los jardines verticales o cualquier jardín reducen la cantidad de carbono en la atmósfera cuando absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno. Aunque realmente no podría hacer una diferencia notable, tener jardines le enseñará a la próxima generación la importancia de ellos y eso es importante.
Por último diremos que su mayor virtud es que pueden llegar a ser tan bonitos cómo nuestra imaginación nos permita.