¿Sabes cual es la forma más sana de comer carne?

¿Sabes cual es la forma más sana de comer carne?

Las proteínas que nos aportan carnes y pescados pueden ser uno de los mejores aliados para compensar los excesos navideños, en los que queramos o no, todos hemos caído durante las últimas semanas. Saber cómo prepararlos para que no pierdan nutrientes y nos aporten la menor cantidad de calorías posible es una de las claves para incluirlos en una dieta saludable.

Tras las cenas navideñas, lo que nos suele apetecer son comidas más ligeras, elaboradas con poca grasa que nos ayuden a compensar los excesos de estas fechas. Evidentemente las frutas y verduras son imprescindibles, pero también las carnes y pescados que nos aporten la proteína necesaria para que la vuelta al gimnasio nos proporcione los beneficios que el esfuerzo merece.

Sin embargo, no todas las formas de elaborar la carne funcionan igual, e incluso un mismo corte puede aportar diferentes calorías y nutrientes dependiendo de la forma en la que lo preparemos. En este sentido, la Sociedad Americana del Corazón (AEA) ha elaborado unas pautas en las que se explica cómo utilizar las distintas técnicas culinarias en su versión más saludable y en el caso de las carnes recomienda prepararlas a la parrilla, de forma que se cocinen en su propia grasa. Para saber un poco más sobre el tema hablamos con Sergi Ibáñez, de la cadena de hamburgueserías gourmet Timesburg.

La carne a la parrilla está mucho más rica que a la plancha… pero ¿por qué?

“La parrilla potencia todo el sabor de las carnes y pescados sin necesidad de condimentar con salsas u otras especias gracias a varios factores. Por un lado, el humo que se genera penetra en la carne brindándole un sabor característico, que solo las carnes a la parrilla tienen; por otra parte, la parrilla ayuda a que no se pierda jugosidad conservando así su propia humedad natural”, asegura Sergi Ibáñez.
Pero además, es también la forma más saludable de consumir carne ya que se cocina con su misma grasa natural sin necesidad de añadirle aceite. Al mismo tiempo, la parte más grasa de la carne se quema durante el cocinado por lo que resulta menos calórica. Por si esto fuera poco, con esta forma de elaboración apenas se pierden propiedades.

Para ello conviene ajustar la temperatura para impedir que la pieza se queme, no cocinarla más tiempo del debido y no pincharla durante el cocinado para que no pierda sus jugos. Tal y como nos dice Sergi Ibáñez: “Una de las claves para una buena parrilla es que la temperatura no sea muy alta. En nuestras parrillas la temperatura no supera los 200ºC, la piedra volcánica nos aporta un gran calor residual y permite tener una temperatura regular durante todo el proceso. Los tiempos pueden variar, pero ronda los 8-10 minutos el disfrutar de una carne de vacuno al punto”.

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