La madera es un material totalmente natural con propiedades físicas y mecánicas muy características y cuanto mejor se conozcan, más fácil le resultará mantener la tarima de su casa en condiciones.
La madera cambia y responde a agentes como el agua y la humedad.
¿cómo podemos proteger nuestro suelo de la humedad?
Efectivamente la madera es un material higroscópico, es decir que absorbe o cede humedad del ambiente en función de las condiciones en las que se encuentre. Por eso, el suelo de madera de casa habrá que tratarlo de una forma u otra en función de si es verano o invierno e incluso de si la vivienda está en zonas centrales o litorales de nuestra geografía.
En las zonas centrales -por ejemplo- hay mayor humedad relativa en invierno, lo que puede provocar un incremento en el tamaño de la tarima; y en verano, dado que la humedad cae bruscamente, pueden aparecer pequeñas aberturas o juntas. Para evitar las dos respuestas recomendamos mantener el interior de la vivienda a una humedad relativa de entre el 35% y 60%. Esto lo lograremos con deshumificadores o pastillas antihumedad en invierno y con humificadores, recipientes de agua o fregando el suelo con agua dos o tres veces por semana en verano. En las zonas litorales las condiciones de humedad del aire son inversas, con lo que estos consejos habrá que aplicarlos a la inversa para, en este caso, mantener la humedad de la vivienda entre el 50 y 70%.
En baños y cocinas, ¿podemos entonces tener un suelo de madera debidamente cuidado?
Claro que se puede. Eso sí, tanto en baños, como cocinas y cualquier núcleo húmedo deberemos prestar más atención a los consejos antes mencionados ya que son zonas en las que es mucho más probable y frecuente que la madera entre en contacto con el agua o que la humedad relativa del ambiente sea más extrema y cambiante. Por eso, en estos casos aconsejamos el uso de maderas con coeficientes de contracción volumétrica mínimas, poco nerviosas. Nos inclinamos por los suelos de bambú, cuya composición alistonada les ofrece una gran estabilidad.
¿Qué recomienda para proteger los suelos de madera de los efectos del sol?
Para proteger la madera de nuestros suelos de los efectos directos del sol que, entre otras cosas, provocan la oxidación y los cambios de color del mismo será necesario que el pavimento se proteja específicamente a tal efecto. En GUBIA, protegen nuestras maderas con una pantalla que filtra los rayos ultravioletas y permite preservar lo más posible la apariencia original del suelo. Además, es recomendable que en zonas tan expuestas a la iluminación intensa o a los brillos directos del sol se evite lo más posible dejar durante mucho tiempo muebles o elementos en el mismo lugar para evitar las diferencias de oxidación en las distintas áreas del suelo.
¿Qué productos o tipo de limpiadores no es recomendable utilizar?
Hay que evitar utilizar sobre el suelo de madera cera, detergente o jabón a base de aceites. Estos productos pueden desteñir y dañar la superficie, además de dejar sobre él una película de grasa provocando que sea resbaladizo. La mezcla de agua y vinagre tampoco la recomendamos en suelos barnizados, ya que el vinagre tiene un efecto oxidante del acabado.
¿Y si la mancha se resiste?
En ese caso, cuando haya manchas persistentes como grasa, líquido… y la superficie deba ser desinfectada se debe limpiar con agua tibia y productos especializados que hay en el mercado.
¿Cuál es la mejor forma de mantener limpio nuestro suelo de madera?
El mantenimiento habitual de un suelo de madera es sencillo y rápido. El mejor instrumento para su limpieza regular es la aspiradora. Con ella eliminaremos el polvo y cualquier agente abrasivo que pueda haber en la superficie. Después de pasarla, recomendamos utilizar una mopa de algodón o micro-fibra vaporizando en ella una pequeña cantidad de limpiador para este tipo suelos y frotarla sobre el suelo -de arriba a abajo- en la dirección de la longitud de las lamas. No obstante no es cierto que los suelos de madera no puedan limpiarse con fregona.
¿Qué otras recomendaciones daría para el mejor cuidado de los suelos de madera?
Pues además de todas las recomendaciones ya mencionadas, añadiría la necesidad de una mayor concienciación general con respecto a los suelos de este noble material. Un suelo de madera es un suelo vivo, un suelo con personalidad que tendrá sus vetas, sus propias diferencias y hasta su envejecimiento natural. Todas estas características son por lo que cada suelo de madera es único y, como tal, debemos aprender a cuidarlo. En el mismo modo, por ejemplo, que los violinistas cuidan su preciado instrumento. La madera de un violín ha de ser tratada con mimo y esmero. De la misma forma deberíamos abordar el mantenimiento de nuestros suelos de madera.
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