La solución, que ha sido desarrollada por Pinturas Blatem, se aplica en el exterior de los edificios, ayuda a obtener la más alta calificación y cumple con la normativa comunitaria
Un consumo casi nulo.
Ese es el objetivo que la Directiva Europea de Eficiencia Energética de Edificios ha marcado para el 2020. Asimismo, el Código Técnico de la Edificación (CTE) DB-HB estableció el pasado 2013 un nuevo marco para la limitación de la demanda energética tanto en vivienda nueva como existente. Con todo, el sector se ha visto en la obligación de buscar alternativas para responder ante tales requisitos. Y una de ellas le ha venido dada de la mano de Pinturas Blatem con Sateffic.
Desarrollado por el departamento de I+D+i de dicha empresa, este sistema se aplica en el exterior de las construcciones, por lo que garantiza un aislamiento térmico totalmente eficiente sin necesidad de desalojar a los vecinos o de derribar las viviendas. Además, su coste es menor en comparación con otras opciones disponibles en el mercado. Asimismo, Pinturas Blatem ofrece un seguimiento profesional desde el inicio del tratamiento para garantizar su éxito. Y, fiel a la política de control de calidad, ha obtenido las correspondientes certificaciones de la EOTA (European Organization for Technical Approvals) de acuerdo a la normativa ETAG 004.
Beneficios que marcan una diferencia
Sateffic mejora la habitabilidad y el confort de los hogares al eliminar los puentes térmicos, las condensaciones internas y las formaciones de moho. Por otra parte, también representa un ahorro económico en materia de facturas de calefacción y de refrigeración, ya que reduce pérdida y aumento térmicos en invierno y en verano, respectivamente. Todo ello, además, respetando el medio ambiente al máximo, porque disminuye las emisiones de CO2 hasta un 20%.
Apariencias que no engañan
La aplicación de este sistema supone una renovación estética total del edificio, porque Sateffic se ha desarrollado en distintos acabados y colores. Pero el cambio exterior no queda ahí, porque también elimina algunas patologías propias de las fachadas, como desprendimientos o fisuras, las impermeabiliza y las protege de los choques térmicos. En definitiva, esta solución representa una transformación integral en fondo y en forma que, además, contribuye a obtener la más alta calificación energética.