Ingredientes que no pueden faltar en una crema hidratante.
La elección de una crema hidratante debe adaptarse siempre a las necesidades específicas de cada piel sin importar tanto la edad, si bien con el paso del tiempo, la piel experimenta cambios a los que conviene acompañar con activos adecuados. Pilar Gaudí, experta facialista y directora de los centros Nina Merli en Granada, nos habla de los que en su opinión son los ingredientes imprescindibles que debe incluir una buena crema hidratante según nuestro tipo de piel.
Si tu piel es joven… “El objetivo principal es mantener el equilibrio del manto hidrolipídico, para lo que se recomiendan texturas ligeras con ácido hialurónico, pantenol o también extracto de aloe vera, para retener el agua y preservar la hidratación natural”.
Si tu piel es mixta o grasa… “Aqui funcionan bien las fórmulas con niacinamida o con aceite de árbol de té, ya que equilibran la secreción sebácea sin resecar. En estos casos es muy importante hidratar sin saturar”.
Si tu piel es seca o madura… “Este tipo de pieles necesitan fórmulas que sean más nutritivas, con ceramidas, manteca de karité o aceites vegetales ricos en omegas que refuercen la barrera cutánea y compensen la pérdida natural de lípidos. Añadir péptidos o vitamina E ayuda además a mejorar la elasticidad y a protegerse frente al estrés oxidativo”.
En pieles sensibles o reactivas… “Deben priorizarse las texturas calmantes con prebióticos, centella asiática, alfabisabolol o betaglucano, que restauran la microbiota y ayudan a prevenir sensibilidades y enrojecimiento. Cuanto más respetuosa sea la fórmula, mejor tolerará nuestra piel el tratamiento diario”. Independientemente del tipo de piel, toda crema hidratante que sea de calidad debería reunir tres elementos esenciales: humectantes, emolientes y reparadores de la barrera hidrolipídica. “Los humectantes como el ácido hialurónico, la glicerina o los polisacáridos naturales, atraen y retienen el agua en las capas más superficiales. Los emolientes como los aceites vegetales, el escualano o la jojoba, suavizan y aportan confort. Y los reparadores, entre los que destacan ceramidas y ácidos grasos esenciales, son indispensables para mantener la integridad de la barrera cutánea”.
A todo esto, Pilar añadiría un cuarto componente, la niacinamida: “Es uno de los activos más completos que existen, mejora la función barrera, regula el sebo, refuerza la tolerancia cutánea frente a agentes externos y calma las rojeces. En definitiva, una buena hidratante no es la más espesa ni la más cara, sino la que mejor se adapta a las necesidades de cada piel y la ayuda a conservar su equilibrio natural”.