10 Consejos clave para vender una casa

Según Ricardo Sousa, CEO de Century21 para España y Portugal, “el tiempo medio para vender una vivienda está entre 6 y 9 meses, si bien este tiempo se puede acortar hasta tres meses si se planifica adecuadamente la venta y se realiza un buen plan de marketing”.

Si se trata además de vender la casa donde se está viviendo, el propietario se ve inmerso en una situación emocional compleja no exenta de estrés y desasosiego ante la expectación, la incertidumbre y, cómo no, la nostalgia de dejar un pasado atrás.

Si no se sabe por dónde empezar, seguir estos sencillos consejos de Century21 hará que la venta resulte más fácil y rápida.

1. El precio justo. Es la clave para un proceso rápido. El propietario suele sobrevalorar su propia casa y además quiere tener un margen de maniobra para rebajar durante la negociación. Tasar una vivienda no es un proceso fácil. No solo el estado de la vivienda, la zona, la orientación o los servicios del barrio tienen influencia en el precio, sino también los servicios disponibles, la situación del mercado y la demanda sobre ese tipo de piso en particular. Y esto quien mejor lo sabe son los profesionales del sector, por lo que la ayuda de un buen asesor inmobiliario es fundamental para establecer el precio justo.

2. Organizar las visitas por la mañana: La hora de la visita es un asunto que suele pasar desapercibido a la hora de mostrar nuestra vivienda, sin embargo, es de crucial importancia. Por las mañanas el potencial comprador está más receptivo y sin las preocupaciones que se acumulan a lo largo del día. Además, a esas horas el sol y la luz son los principales protagonistas, por lo que la apariencia de la vivienda será más amplia y luminosa.

3. Retirar los elementos personales: A la visita le resultará difícil sentirse cómoda si al acceder a la vivienda se encuentra con recuerdos y fotos del anterior propietario. Es aconsejable sustituir los elementos personales, fotos de la familia, recuerdos de viaje, trofeos de los niños, etc. por otros objetos de decoración más neutros, como jarrones o plantas.

4. Tener en cuenta los pequeños desperfectos: Es muy habitual tener en casa un enchufe roto, una pared algo desconchada o una persiana descolgada, sin embargo, estos pequeños detalles son los que marcan la diferencia. Aunque parezca inútil gastar dinero en algo que se va a vender a posteriori, realmente no lo es: una inversión mínima puede revalorizar la vivienda hasta en un 10 %.

5. Mantener un aroma agradable en la vivienda: El olfato es uno de los sentidos a los que menos se presta atención en este tipo de operaciones, pero es generador de poderosas emociones. Para que una persona pueda sentirse a gusto en un sitio, tiene que oler bien. Sin embargo, tampoco se puede cometer el error de abusar de ambientadores o colonias intensas. Los expertos recomiendan preparar café u hornear galletas antes de que lleguen las visitas, para garantizar así que el espacio adquiera un aroma a hogar que no resulte artificial.

6. Los colores claros o blancos: Los rojos, los marrones y los colores oscuros empequeñecen las estancias y absorben la luz. Por el contrario, los colores suaves como blancos, grises, cremas o con tonalidades pastel aportan luminosidad y sensación de amplitud, por lo que la vivienda resultará más agradable. El hecho de invertir en una mano de pintura dará la sensación al potencial comprador de encontrarse en una casa renovada y en óptimas condiciones para ser habitada en el momento de la compra.

7. Todo en orden, y limpio: La disposición del mobiliario y la limpieza de la vivienda pueden ser dos de los mejores aliados para cualquier vendedor a la hora de conseguir el éxito en la operación de compra. Por ello, es importante retirar los objetos y muebles innecesarios con el fin de aportar sensación de amplitud. También es recomendable ordenar los armarios, será uno de los elementos que el futuro comprador querrá ver, y limpiar a fondo el baño y la cocina. Ambos espacios resultan zonas muy críticas y ostentan un papel protagonista a la hora de tomar una decisión.

8. Tranquilidad sin presiones. Se debe permitir al futuro propietario deambular por las habitaciones y tomarse su tiempo para ver cada rincón de la casa. Es aconsejable que durante su visita le acompañe un asesor inmobiliario mientras el propietario espera en el salón. Así se evita que el comprador se sienta presionado e incómodo ante la presencia del dueño de la vivienda y, por otro lado, pueda hacer al asesor los comentarios y preguntas más libremente dándole a éste la oportunidad, al mismo tiempo, de tantear mejor un posible cierre de la operación de compraventa.

9. Ofrecer toda la documentación: Se deben tener a mano documentos relacionados con la vivienda como la escritura de compraventa o los justificantes de pago de los distintos impuestos (IBI), es algo que transmite confianza al potencial comprador. Además, antes de empezar cualquier negociación, es fundamental estar al día con respecto al pago todos los recibos pendientes como derramas, la luz o el agua, entre otros. Es importante mostrar predisposición y transparencia desde el primer minuto y dar respuesta a todas las preguntas que vayan surgiendo porque, entre otras cosas, el notario está obligado a poner en conocimiento del comprador si hubiera pendiente de pago cualquiera de las cuestiones mencionadas. La actitud es clave para cerrar con éxito el trato de compraventa.

10. Contar con un buen asesor inmobiliario que ayude desde el principio: Su papel es aconsejar al vendedor durante todo el proceso, desde la tasación justa del piso hasta la relación con los potenciales compradores, pero, sobre todo, se encargará de las gestiones administrativas y legales una vez cerrado el trato.