Como crear un ambiente veraniego con flores

Interior dinámico

Las plantas y las flores crean de manera natural un buen ambiente. Coloca un bonito ramo de azucenas, gladiolos, calas o iris en la mesa y tu interior comenzará a cobrar vida. En esta época del año puedes dar rienda suelta a tu imaginación con numerosos colores, formas y perfumes. Al igual que en la naturaleza, puedes casi siempre combinar flores al azar sin que quede demasiado cargado. Una mezcla de colores siempre da una nueva energía, como si una refrescante brisa de verano esté soplando por tu casa.

Tu interior siempre parece un poco extraño cuando vuelves a casa de unas vacaciones largas. Abre inmediatamente las ventanas y pon flores en tu casa. Con un fresco ramo de flores conseguirás dar vida otra vez a tu casa. Llévales un ramo a los vecinos que han cuidado de tus plantas durante tus vacaciones.

Un interior nunca está acabado. No hay nada más divertido que jugar con colores y accesorios. Con un jarrón básico, por ejemplo, de cristal transparente, le darás inmediatamente otro look y sensación a tu interior. Coloca hoy una flor grande, por ejemplo, una azucena blanca. La semana que viene un colorido ramo de flores silvestres. Lo que tú quieras.

Ideas de estilo refrescantes

Puedes decorar de muchas maneras con flores de verano. Hacer algo bonito no tiene por qué ser difícil. Por eso hemos preparado para ti una lista con un par de ideas.

Iris: el azul intenso de esta flor va bien con un jarrón azul de Delft. Pásate por una tienda de segunda mano.
Cala: deja los cálices sobresalir justo por encima de un jarrón bajo. Así conseguirás un nuevo look para esta flor tan clásica.
Azucena: toma un capullo de tu ramo y colócalo en un jarrón vintage.
Gladiolo: combina gladiolos con otras flores de verano del mismo color en un gran ramo o en un jarrón aparte. Muy elegante.

Si has comprado o recibido un bonito ramo de flores, es obvio que querrás disfrutar el mayor tiempo posible de él. Podrás conseguir esto si sigues estos pasos: corta de manera inclinada dos a tres centímetros de los tallos y quita la hoja más baja (la que quedaría dentro del agua). Limpia bien el florero y llénalo de agua. ¡Tus flores resplandecerán!

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