El frío aumenta la sensibilidad de la piel, retrasa la renovación celular y provoca la rotura de los capilares de la dermis. Además los rayos UVA y UVB del sol siguen afectando al ADN celular igual que en verano, aunque llueva o nieve
Inmaculada Canterla, farmacéutica y especialista en el cuidado de la piel aconseja seguir aplicando el filtro solar (fotooptimizado) en invierno, como principal protector para las células de nuestra piel
Principios activos como la Teprenona, la Vitamina K2, las Vitaminas B3 y B5, y los aceites naturales vegetales son básicos para abrigar la piel y protegerla de los agentes agresivos de esta época
El frío es uno de los agentes externos que más puede agredir a nuestra piel. La especialista y Directora de Cosmeceutical Center, Inmaculada Canterla, nos explica cómo este factor climático afecta al ADN celular de la piel y qué cuidados hay que seguir para protegerla “el viento, el frío y los cambios bruscos de temperatura calor-frío producen agresiones cutáneas: la piel se reseca porque la capa superficial pierde el agua que contiene, se enrojece e inflama por hipertemia (subida de temperatura por efecto rebote), y luce más apagada y menos elástica ya que además se produce una vasoconstricción de los capilares que retrasa la renovación celular“. La experta en Farmacia, Dermocosmética, Medicina Antiaging y Nutrición, aconseja tratar la deshidratación, los capilares dilatados y también reparar las lesiones originadas durante el verano, como el fotoenvejecimiento y daño solar (traducido en manchas), mediante principios activos que ayuden a abrigar la piel (Teprenona, Vitamina K2, Aceites naturales vegetales,…) y un elemento clave: el filtro solar también en invierno.
Frío y filtro solar van de la mano
Las bajas temperaturas afectan a la piel en diferentes puntos básicos:
-El frío aporta una mayor fragilidad capilar con lo que se producen más roturas capilares en la piel. Hay una vasoconstricción de los capilares, que se contraen disminuyendo la irrigación lo que conlleva a una falta de oxígeno y nutrientes necesarios para las células. Esto hace que la piel esté más apagada y menos elástica.
-El frío hace que la capa superficial o córnea pierda el agua que contiene, lo que provoca una falta de cohesión de los queratinocitos y en consecuencia que la piel se agriete y descame.
-El frío retrasa el ciclo de la renovación celular y produce que se acumulen las células muertas en la capa más superficial.
-El frío aumenta la sensibilidad de la piel, afectando a todo tipo de pieles. Las pieles reactivas, con dermatitis, rosácea y/o cuperosis empeoran.
Para proteger el ADN celular de la piel de este tipo de agresiones externas, el protector principal es el filtro solar. “En toda rutina del cuidado de la piel, y sea cual sea la estación del año, es imprescindible que el último paso sea la aplicación del filtro solar, ya que el 90% de los signos visibles de envejecimiento cutáneo los causa la exposición al sol”.
Aunque existe la creencia errónea de que el sol no afecta a la piel en invierno, la radiación de los rayos UVA (que son los que afectan a los tejidos cognitivos, dañando el ADN, las células, los vasos y tejidos) es unas 17 veces mayor que la radiación de los rayos UVB (daños inmediatos en la piel como quemaduras) y ésta se mantiene estable bajo cualquier tipo de situación meteorológica (llueva, nieve, etc.). “Por este motivo es básico el uso de un filtro solar fotooptimizado durante todo el año que proteja la piel de este tipo de rayos UVA y UVB. Desaconsejo el uso de los protectores secundarios que son aquellos que incluyen reclamos publicitarios sobre la protección solar pero cuyo cometido principal no es el de proteger del sol. Por ejemplo: algunas cremas hidratantes con SPF 15 incluido, maquillajes con SPF 15,…” nos explica la Directora de Cosmeceutical Center, Inmaculada Canterla, que recomienda un SPF 30 para el invierno y nunca menos de SPF 50 en verano. Sin el uso de un filtro solar que proteja de los rayos UVB y los UVA en invierno la piel puede sufrir: inmunosupresión, fenómenos de fotosensibilidad, fotodermatosis, e incluso es el principal causante del melanoma maligno.
Además la especialista apunta que “esta época es la mejor para empezar un tratamiento despigmentante, en aquellas pieles que estén pigmentadas de los rayos solares del verano, basado en los siguientes principios activos: ácido glicólico, ácido láctico, ácido kójico, arbutina, Vitamina C, Vitamina A (retinol)”.
Principios activos que abrigan la piel
Después de concienciarnos de la importancia de aplicar filtro solar, independientemente de la estación en la que estemos, Inmaculada Canterla, especialista en estudiar la ciencia que hay detrás de los productos cosmecéuticos, nos aconseja los principios activos más importantes que ayudan a abrigar nuestra piel del frío y protegerla de los agentes agresivos de esta época:
•Aceites naturales vegetales: como el Aceite de Sésamo, Aceite de Macadamia, Aceite de semilla de hibisco, Aceite de Chia… Tienen propiedades reparadoras, protectoras y regeneradores. Estos aceites son muy nutritivos y contienen ácidos grasos esenciales. Por ejemplo, el Aceite de Chia es una de las fuentes vegetales más ricas de ácidos grasos Omega 3.
•Vitaminas : El complejo de vitaminas del grupo B es extremadamente importante para la salud de la piel. Su deficiencia puede producir, entre otras cosas, sequedad y grietas. La Vitamina B3 (también llamada Niacinamida o Vitamina PP) ayuda a aumentar la resistencia de la barrera de la piel ante los agentes destructores, como detergentes y agresores ambientales. También tiene efectos positivos en el enrojecimiento y la sequedad en pacientes que sufren de rosácea. Y ya hay estudios sobre su actividad mejorando la piel hiperpigmentada.
Por otro lado la Vitamina B5 (o ácido pantoténico) es un cofactor de la biosíntesis de la barrera de la capa lipídica. Es decir, aumenta la síntesis de lípidos cutáneos con lo que mejora también la barrera cutánea y esto es beneficioso para la piel dañada y la curación de heridas. Ambas vitaminas son estables y penetran muy bien en la piel. Además tienen una alta tolerancia, con lo que son perfectas para utilizarlas para evitar eritemas, calmar la piel, mejorar su elasticidad, disminuir su irritación….
•Teprenona: Este ingrediente activo va muy bien para calmar las pieles hipersensibles. Ayuda a combatir el estrés medioambiental, mejora la barrera lipídica de la piel y reduce el escozor y la irritación de forma visible. Es excelente para la prevención y reducción de la hipersensibilidad de la piel, y previene y trata el eritema.
•Vitamina K2: Ayuda a fortalecer las paredes de los capilares en la zona afectada.
No hay que olvidar el uso de activos básicos como el ácido hialurónico (que favorece la absorción de agua para mantener un nivel óptimo de hidratación en los tejidos), los retinoides tópicos (que favorecen a la renovación celular, previenen la hiperqueratinización y mejoran las arrugas finas y profundas) y los AHA (ácido glicólico, ácido láctico, mandélico,…que tratan el fotoenvejecimiento y el daño solar).
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