
Todas las personas que tienen mascotas en casa, sobre todo perros, saben del pánico y del cuadro de estrés que sufren cuando escuchan ruidos muy fuertes provocados por truenos, fuegos artificiales, petardos y similares
Las fobias y miedos que desarrollan uno de cada dos perros a lo largo de su vida por este motivo, pueden provocar complicaciones importantes en su salud, si no se previene o trata a tiempo. Ante los numerosos casos que llegan a la consulta cada año, el Hospital Veterinario Nacho Menes aconseja, entre otras prácticas, habituar al cachorro a asociar el ruido con estímulos positivos.
Una de las consultas más habituales que suelen hacer los dueños de perros, tiene que ver con cómo conseguir calmar a sus mascotas ante los ruidos fuertes provocados por los truenos en las noches de tormenta o por la pirotecnia lanzada durante las festividades más importantes del año.
Por lo general, cuando se producen estos ruidos tan molestos, los perros suelen mostrar una serie de síntomas a los que hay que estar atento para prevenir cualquier problema de salud que pudiera surgir. Entre los síntomas más habituales que muestran los perros destacan las agitaciones y temblores, los ladridos excesivos, el deseo de huida, la tendencia a esconderse bajo los muebles, el jadeo constante unido a la hiperactividad y la falta de apetito.
Para prevenir todas estas situaciones, que si se extienden durante demasiado tiempo, pueden llegar a provocar cuadros graves de ansiedad como taquicardias, hiperventilación y en casos muy extremos, hasta paros cardiacos, el equipo veterinario ofrece una serie de consejos prácticos sobre cómo se debe actuar para mitigar las fobias de perros y conseguir de esta manera que no se enquisten en experiencias traumáticas de por vida.
- Entre los más efectivos estarían por ejemplo, evitar acariciarlo. En contra de lo que se pueda pensar en un primer momento, acariciar a los perros con el objetivo de calmarlos, produce el efecto contrario porque estos relacionarán el ruido con la protección ante un peligro. También es recomendable asociar el ruido a estímulos positivos. Cuando el perro es un cachorro, en sus primeras semanas de vida es importante acostumbrarle de forma gradual a estos ruidos, (con grabaciones de fuegos artificiales por ejemplo) y enseñarle a relacionarlos con premios comestibles o juegos.
- Otro de los trucos que suele funcionar muy bien es crearles un refugio. Cuando los perros tienen fobia a los ruidos, es un error exponerles a ellos de forma forzada. Lo mejor es preparar o adaptar una zona segura de la casa, donde pueda esconderse con comida, juguetes, luz tenue y una radio o televisión encendida para amortiguar el ruido del exterior. Si es posible, es muy importante también permanecer a su lado en esos momentos tan estresantes para ellos, manteniendo siempre una actitud tranquila para que el perro entienda que se trata de una situación normal y que no reviste peligro. Tampoco es aconsejable que se le regañe o castigue porque eso podría empeorar su cuadro de ansiedad.
No obstante, si tras seguir todos estos consejos, el miedo y las fobias persisten en el perro, es conveniente ir al hospital veterinario y consultar el problema con profesionales de confianza para aplicarle un programa de habituación a los ruidos o en caso de que esto no sea suficiente, administrarle medicación o terapia, con la finalidad de ayudarle a ser una animal seguro y feliz.
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