Nuevos colores con los que disfrutar del exterior.
El blanco de la arquitectura Mediterránea y el azul del mar forman parte del imaginario de la empresa familiar GANDIABLASCO.
El aluminio –un material contemporáneo y ligero– y el color blanco – la sencillez y la luminosidad de las casas mediterráneas– son la insignia estética de las colecciones de GANDIABLASCO. El blanco es la luz Mediterránea, la suma de todos los colores. El blanco son las casas de los pescadores, la cal, la espuma del mar, la luna de agosto…
Este año GANDIABLASCO amplía su gama cromática y se lanza al color en sus colecciones de mobiliario de exterior.
GANDIABLASCO presenta su nueva gama cromática que complementa los colores neutros emblemáticos de la firma, para ofrecer más opciones de personalización con las que amueblar terrazas y espacios exteriores antes no resueltos. Es la apuesta por una nueva identidad más plural e integrable, pero que al mismo tiempo es capaz de sorprender y, por supuesto, de emocionar.
A la clásica paleta neutra de GANDIABLASCO (arena, bronce, antracita y negro) se suman ahora cuatro nuevas gamas de colores: grises, verdes, azules y tierra. Tonos inspirados en la naturaleza Mediterránea, con paisajes formados por rocas, plantas, agua, y arcilla.
Borja García, arquitecto y diseñador de producto ha seleccionado la nueva línea cromática de GANDIABLASCO. El trabajo de Borja dialoga constantemente con el diseño y la arquitectura, es amante de la arquitectura contemporánea y contribuye con GANDIABLASCO a mostrar la belleza de las líneas y colores del Mediterráneo para hacer del outdoor una experiencia muy íntima. Los nuevos tonos desarrollados, así como la selección de las tapicerías que los acompañan, están llenos de matices y de interpretaciones posibles; se han creado referencias cromáticas que puedan transportarnos a distintos lugares del mundo, a distintos momentos del día, a nuestros recuerdos y a nuestros deseos.
El azul es mar, es cielo, es libertad, es un velero surcando el océano, es frescor y es acero. Es arquitectura y es naturaleza, es hielo y es Islandia. Los tonos elegidos tienen intensidades distintas con matices de negro y gris que relajan la saturación hasta hacerlos camaleónicos en el entorno.
El verde es tradición, es calidez y es cercanía. Es británico y es interior, en el exterior; es vegetación y es clásico, en el presente. Con el espectro más cálido del tono se han seleccionado colores y tapicerías que dibujan fronteras indefinidas entre el verde y el amarillo.
Los tierras son barro, son imperfección, son pasado revisado. Son textura y olores encerrados en el color. Son crudos y viscerales. Las referencias desarrolladas evocan luces terracotas y oscuros marrones nocturnos. Tonos presentes en nuestro entorno más íntimo: la casa de nuestra memoria.
Los grises son pétreos, estables, discretos. Son el servicio secreto, son felinos y afilados, pero no los ves si ellos no quieren. Los tonos propuestos representan matices destilados de otros colores, pero a través de una discreta y singular apuesta gris.