Tip de experto para evitar que las tuberías de la caldera se congelen en invierno.

Tip de experto para evitar que las tuberías de la caldera se congelen en invierno.

En los meses de invierno, con las temperaturas bajo cero, uno de los problemas más comunes en los hogares es la congelación de las tuberías de la caldera. En estos casos, el agua contenida en los conductos puede congelarse y expandirse, provocando bloqueos en la circulación o incluso fisuras y roturas en la instalación.

Este inconveniente puede interrumpir el suministro de agua caliente y calefacción, además de generar averías costosas si no se toman medidas preventivas. Para evitar estas situaciones, Fersay, comparte las mejores estrategias para proteger las tuberías, garantizar el buen funcionamiento del sistema de calefacción y evitar costosas reparaciones.

Con estos consejos, Fersay busca facilitar el mantenimiento de las calderas y prolongar al máximo su vida útil. La firma, especializada en repuestos y accesorios para diferentes electrodomésticos, mantiene su compromiso de fomentar prácticas más sostenibles y responsables, ayudando a los consumidores a optimizar el uso de sus equipos y evitando reparaciones costosas o sustituciones prematuras.

Cinco medidas clave para evitar la congelación de las tuberías

Aislar las tuberías expuestas: Utilizar materiales como espuma térmica, cinta aislante especial o cubiertas para proteger los conductos de las bajas temperaturas. «Esto es especialmente útil en tuberías situadas en exteriores, garajes, cobertizos o zonas con aislamiento deficiente».

Mantener una temperatura constante: Aunque el hogar quede vacío durante algunas horas, es recomendable mantener la calefacción en un mínimo de 15°C para evitar que las tuberías más vulnerables se congelen.

Dejar un grifo ligeramente abierto en noches extremadamente frías: Permitir que el agua fluya de manera continua, aunque sea en pequeñas gotas, reduce la presión interna y disminuye el riesgo de congelación.

Purgar la caldera y los radiadores regularmente: Realizar un mantenimiento preventivo garantiza la eficiencia del sistema y ayuda a prevenir acumulaciones de aire que puedan afectar la circulación del agua. Es recomendable mantener la presión de la caldera entre 0,8 y 2,5 bares.

Instalar un termostato con función anti-congelación: Muchos termostatos modernos cuentan con un modo que activa automáticamente la calefacción cuando la temperatura baja demasiado, evitando la formación de hielo en las tuberías.

Si a pesar de las precauciones se detecta una tubería congelada, es fundamental actuar con rapidez. Fersay recomienda cortar el suministro de agua para prevenir fugas y aplicar calor de manera progresiva con un secador de pelo o paños calientes, evitando el uso de fuego directo que podría dañar los conductos. En caso de no lograr descongelar la tubería o si se detecta una rotura, es imprescindible contactar con un técnico especializado lo antes posible para evitar daños mayores y garantizar la seguridad de la instalación.

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