Tener una casa pequeña no es un problema. El problema es decorarla como si no lo fuera. Muchas veces, sin darnos cuenta, tomamos decisiones estéticas que hacen que un espacio parezca aún más reducido, saturado y agobiante. Y lo peor es que no siempre se trata del tamaño real, sino de la sensación que transmite. Desde estudios como Lobo Studio, especializados en interiorismo de lujo y visualización arquitectónica, lo ven a diario: salones que parecen pasillos, dormitorios que se “ahogan” y baños que se sienten como cabinas. Por eso, recopilamos aquí cinco errores de decoración muy comunes que están saboteando tu espacio… y cómo solucionarlos.
Elegir muebles demasiado grandes (o demasiados muebles) Un sofá XL puede parecer la gloria, hasta que te das cuenta de que se ha tragado medio salón. Lo mismo con mesas enormes, cabeceros excesivos o aparadores de otra época. El exceso de mobiliario hace que las estancias pierdan fluidez visual y sensación de aire. La solución: escoge piezas proporcionales, ligeras visualmente y con patas a la vista (esto da “respiro” al suelo). Menos muebles y mejor distribuidos = más metros visuales.
Colores oscuros y paredes recargadas Sí, el azul petróleo y el verde bosque son muy sofisticados, pero en espacios pequeños pueden ser un error. Oscurecen y encogen. Lo mismo pasa con papeles pintados con estampados muy densos, que abruman la vista. La solución: apuesta por tonos neutros, blancos cálidos, arenas, beiges, grises suaves… combinados con pequeños toques de color en textiles o arte. Menos es más (espacio).
Cortinas pesadas o que roban luz Las cortinas opacas, pesadas o mal colocadas bloquean la entrada de luz natural, haciendo que la habitación parezca más baja, más cerrada y, por tanto, más pequeña. La solución: elige tejidos ligeros, colores claros y colócalas lo más cerca del techo posible para alargar visualmente la altura. Y si puedes vivir sin ellas, aún mejor.
No usar espejos (o usarlos mal) Los espejos son el truco más antiguo del mundo para ampliar visualmente un espacio. Pero si los colocas frente a una pared oscura o demasiado alta, el efecto puede ser justo el contrario. La solución: ponlos frente a ventanas o fuentes de luz, o alineados con una perspectiva profunda. Un gran espejo bien situado puede duplicar la sensación de amplitud.
No dejar zonas “vacías” y saturar cada rincón La obsesión por llenar todos los huecos es enemiga del espacio visual. Si cada centímetro está ocupado, el ojo no descansa y la habitación se siente caótica. La solución: deja que el aire fluya. Espacios vacíos bien colocados equilibran y agrandan. Deja “respirar” a los muebles y paredes. El vacío también decora.