Combatir el acné en la menopausia

Combatir el acné en la menopausia

El acné es una enfermedad de la piel que a menudo solemos asociar con el periodo adolescente, pero no, algunos factores como el estrés, la contaminación o los cosméticos muy grasos hacen que puedan aparecer granitos en edades ya adultas. El acné durante la menopausia es común debido a los cambios hormonales que se producen en esta etapa. A medida que disminuyen los niveles de estrógenos, hay un predominio relativo de las hormonas andrógenas, que pueden estimular la producción de sebo en las glándulas sebáceas. Este aumento de sebo, junto con la piel más seca y menos elástica de la menopausia, puede generar acné adulto. Germaine Goya nos explica cuáles son los mejores trucos para combatir este indeseable fenómeno.

Mantener una higiene adecuada: Lavar el rostro dos veces al día con un limpiador suave y no irritante es beneficioso para controlar el acné. Los limpiadores que contienen ingredientes antiinflamatorios y sin aceites suelen ser adecuados para evitar la obstrucción de los poros.

Utilizar productos específicos para el acné: Es recomendable el uso de productos no comedogénicos y formulados con ácido salicílico o ácido glicólico, ya que estos ingredientes ayudan a eliminar células muertas y a controlar la producción de sebo. Los retinoides pueden ser efectivos, aunque es importante utilizarlos con precaución, especialmente en pieles sensibles.

Adoptar una dieta equilibrada: Limitar el consumo de azúcar, lácteos y carbohidratos refinados puede contribuir a reducir la inflamación de la piel. Consumir alimentos ricos en omega-3, antioxidantes, y vitaminas A, C, y E suele favorecer la salud de la piel.

Ingesta de tomate. Algunos alimentos, como el tomate, son buenos para las pieles con acné, gracias a su acidez y al licopeno (un poderoso antioxidante que contiene) es un remedio seguro para ayudar en el tratamiento del acné.

Chocolate y alimentos grasos: muy de vez en cuando y en pequeñas cantidades.

Uso de protectores solares específicos: Incluso en invierno, para el cutis acneico, tanto para prevenir el daño del sol, como para evitar las posibles marcas.

Maquillaje específico. Las texturas en espuma o en polvo son las que mejor se adaptan a las pieles acneicas, aunque si el acné es muy notorio, se necesita un maquillaje en forma de corrector con minerales, que le permitan a la piel respirar.

Consultar a un dermatólogo: Un especialista puede indicar tratamientos específicos, como cremas antibióticas o medicamentos hormonales, para ayudar a equilibrar los niveles hormonales en casos de acné más persistente.

Reducir el estrés: Como el estrés puede agravar el acné, practicar técnicas de relajación, como yoga, meditación o ejercicios de respiración, puede ser útil para el bienestar general y la salud de la piel.

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