¿Qué efectos inmediatos provoca el tabaco en la piel?
La firma española Cosméticos Paquita Ors, especializada en cosmética botánica, lanza una llamada de atención sobre los efectos profundamente dañinos del tabaco sobre la piel humana, el órgano más visible y extenso de nuestro cuerpo.
Más allá de los ampliamente documentados perjuicios pulmonares, cardiovasculares y sistémicos, el consumo de tabaco deteriora de forma inmediata la piel, acelerando su envejecimiento, apagando su tono y debilitando su capacidad de regeneración.
Existen muchos malos hábitos y pequeños vicios, pero por desgracia hay uno que deteriora especialmente la piel, y además de forma inmediata: el tabaco.
Uno de los efectos menos conocidos, pero más destructivos del tabaco, es su impacto sobre la microcirculación. La nicotina actúa como un potente vasoconstrictor, estrechando las arterias, especialmente las capilares que irrigan la dermis. Estas finísimas estructuras, del grosor de un cabello o incluso menores, son las responsables de llevar oxígeno y nutrientes a cada célula de la piel. Cuando encendemos un cigarrillo y damos la primera calada, el riego disminuye en la piel hasta un 80 %.
Cuando lo apagamos, se recupera un 50 %, pero hemos perdido prácticamente una tercera parte del aporte de oxígeno y nutrientes. Es una pequeña catástrofe para la piel.
El resultado es una piel pálida, fría, apagada y con un tono grisáceo, con arrugas marcadas, especialmente en la zona del labio superior, lo que popularmente se denomina “código de barras”. Además, el tabaco y el alcohol comparten una acción prooxidante, que acelera la degeneración celular y reduce la capacidad de defensa cutánea frente a agentes externos.
En este contexto, desde Cosméticos Paquita Ors se proponen soluciones basadas en la fitoterapia. Entre los activos botánicos recomendados por la firma se encuentran extractos de ginkgo biloba, visnaga, hamamelis y nuez de cola, con propiedades vasodilatadoras y angiogénicas, además de los derivados del retinol, que estimulan la regeneración de los capilares cutáneos y mejoran la textura y vitalidad de la piel.
“Fumemos o no, estos extractos vegetales son una gran ayuda para la nutrición, oxigenación y juventud de la piel. Porque la piel, al igual que los pulmones, también respira. Y merece hacerlo en un entorno limpio y cuidado”, concluye Jerónimo Ors.
