Cómo el lenguaje nos ayuda a cambiar nuestros hábitos alimentarios de forma eficaz

Cómo el lenguaje nos ayuda a cambiar nuestros hábitos alimentarios de forma eficaz

Cuando queremos cambiar los hábitos alimentarios ponemos foco en la acción, pero no en el cómo lo estamos haciendo

El lenguaje que utilizamos es fundamental para conseguir objetivos a corto, medio y largo plazo

Fran Sabal, autora del libro Nutrición Emocional y especialista en gestión emocional, nos habla de la importancia de comprender cómo utilizar le lenguaje para que nuestro cerebro pueda recibir mensajes claros y así conseguir un cambio de hábitos efectivo

Cuando nos marcamos como objetivo seguir hábitos de vida saludables, muchas veces ponemos nuestro foco sobre la acción, pero no en cómo le estamos hablando a nuestro cerebro para que desarrolle dicha acción.

Fran Sabal, autora del libro Nutrición Emocional publicado por el Grupo Planeta y especialista en gestión emocional, nos habla de la importancia de centrarnos en la forma en que hablamos, para poder llevar a cabo nuestros objetivos de manera eficaz. Y es que, el lenguaje es clave en las acciones que tomamos.

¿Cómo funciona nuestro cerebro? ¿Cómo entiende lo que deseamos?

“Una de las primeras características de nuestro cerebro es que no entiende el no.

Por ejemplo, si te digo: “no pienses en una manzana verde brillante”, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? Lo más probable, es que una manzana verde brillante. Y si ahora te digo, “por favor, no pienses en un pastel de chocolate” ¿qué es lo que piensas? ¡En un pastel de chocolate!” comenta Fran.

Lo que sucede cuando queremos hacer una dieta es que se nos vienen a la mente todas las restricciones, “no puedo comer pan, no puedo comer pastel, no debería consumir azúcar, no quiero estar ansioso…”, y estamos todo el tiempo pensando en lo que no podemos comer o cómo no queremos estar, pero, debido a que el cerebro omite el “no”, finalmente se enfoca en estos mensajes y en base a eso, obtenemos resultados.

Con lo cual, en vez de estar pensando todo el tiempo en lo que no queremos hacer o no queremos comer, es mucho más fácil decirle a nuestro cerebro como sí queremos pensar, cómo queremos estar, cómo queremos sentir y, por tanto, cómo queremos comer, con mensajes claros y precisos.

En la Escuela de Nutrición Emocional trabajan todos estos temas en profundidad con miles de alumnas de todo el mundo que han conseguido mejorar sus vidas gracias a la unión de la Nutrición con la Programación Neurolinguística.

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